En los últimos años, a partir de que muchos hogares han empezado a adoptar gatitos, el interés por su bienestar ha ido aumentando y es por esto que en los próximos meses hablaremos sobre las enfermedades más comunes de nuestros pequeños felinos.
La Peritonitis Infecciosa Felina, es de hecho una de las enfermedades felinas que ha ido en aumento. Se estima que entre 25 y 40% de los gatos en el mundo tienen la posibilidad de padecer PIF, por al motivo pueden llegar a morir el 1,4% de gatos en todo el mundo, básicamente por dos razones: desconocimiento de la enfermedad como tal y la falta de tratamientos para la cura y prevención.
¿Qué es el PIF?
La peritonitis infecciosa felina es una enfermedad de los gatos causada por un coronavirus felino (FCov), por cierto muy diferente al COVID-19 que es una enfermedad causada por nuevo coronavirus SARS-CoV-2.
La infección por coronavirus felino es muy frecuente en los gatos sanos (40-90%), pero la mayor parte de las veces no provoca más problemas que una diarrea leve. Raras veces, el virus muta (cambia) en el interior de un gato infectado (sólo en 1 de cada 100 ) y es esa forma mutada la que produce esta enfermedad llamada peritonitis infecciosa felina.
Se desconoce las causas exactas por las que el virus muta, y si bien puede afectar a gatos de todas las edades, la mayor parte de los casos de PIF se producen en gatos jóvenes.
¿Cómo se contagia el PIF?
El coronavirus felino se contagia por vía oro-fecal. El virus se excreta en las heces de animales portadores sanos, es expulsado a través de las heces, principal vehículo de contagio. Algunos gatos son resistentes a este virus y no desarrollan ninguna infección mientras que otros serán portadores de FECV algún tiempo.
Pueden curarse espontáneamente, pero la inmunidad adquirida es corta, entonces se contaminan de nuevo después de unas semanas, si viven en un grupo donde hay excretores (portadores sanos) y así se vuelve una cadena repetitiva en donde el gato finalmente termina manifestando los síntomas del PIF.
Clases de PIF Peritonitis Infecciosa Felina (PIF) y sus síntomas.
Existen dos clases de PIF:
El PIF húmedo, que se manifiesta con el fluido resultante de la inflamación y se acumula principalmente en el abdomen y en menor medida en tórax. Ocasionalmente lo hace en otros lugares como el pericardio o el escroto.
En el PIF seco, el gato desarrolla lesiones similares a tumores (granulomas) en el abdomen, tórax, ojos y/o cerebro. Los signos clínicos iniciales de la peritonitis infecciosa felina incluyen la fiebre, pérdida de apetito, pérdida de peso y decaimiento. Aquellos gatos afectados de PIF neurológico pueden desarrollar una falta de coordinación, convulsiones y demencia. La enfermedad a nivel ocular puede originar inflamación, decoloración y turbidez a nivel ocular afectando a la visión del gato.
¿Cómo se diagnostica el PIF?
No es existe una prueba rápida que pueda diagnosticar cada caso de PIF. Por este motivo el diagnóstico se hace a menudo a través de una serie de indicios del historial y el examen físico del gato, junto a una serie de pruebas sanguíneas, físicas, moleculares e incluso biopsias.
Es my importante que confíes en tu veterinario. Basado en su experiencia, él te recomendará que hacer para poder ayudar a que tu gatito logre que su propio sistema inmune, combata la infección.
Preguntas frecuentes acerca del PIF
El tratamiento para el PIF ¿es caro?
El PIF ¿se contagia a otros gatos o a humanos?
El PIF no se contagioso para humanos pero si lo es para otros gatos. Si bien hay una vacuna comercial desarrollada en EEUU y comercializada allí y en otros países como España, la eficacia de la vacuna se desconoce, ya que los diferentes estudios realizados arrojan resultados totalmente discordantes.
Es muy probable que en una colonia de gatos, con algún brote de PIF, los demás se contagien rápidamente. Esto no quiere decir que todos en esta colonia morirán, pero si un buen porcentaje lo hará. A veces es el propio organismo y sistema inmunológico del gato el que se encarga de compensarse y superar la enfermedad.
Si mi gato sale a la calle ¿puede contraer la enfermedad?
¿Cuáles son los últimos estudios sobre el PIF en gatos?
Pero ¡hay esperanzas! El profesor Niels Pedersen de la Universidad de California, Davis, realizó una investigación en la que participaron 26 gatos.
Después de recibir 12 semanas de tratamiento con el antiviral GS-441524, los resultados fueron sorprendentes: la fiebre desapareció entre 12 y 36 horas después, el apetito mejoró notablemente al igual que la actividad. Después de 10 a 14 días los derrames abdominales desaparecieron en su totalidad. ¡Fueron 24 los gatos que sobrevivieron!.
¿Hay que eutanasiar a un gato con PIF?
Actualmente, el pronóstico para un gato con PIF es reservado. Hay algunos tratamientos que lo controlan pero en general, la tasa de mortalidad es alta. Esperamos haberles podido ayudar y si tienen más duda, pueden agendar con nosotros una Consulta ONLINE o de Urgencias.
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