Existen muchas patologías que pueden afectar la salud de nuestros amigos felinos. Algunas de las enfermedades más comunes en gatos se presentan en la piel, ojos, oído, boca, riñones, pulmones, sistema digestivo e hígado. También, pueden ser provocadas por virus, bacterias y parásitos, entre otras.
Ante la presencia de algún síntoma o signo que altere la salud y bienestar de tu mascota, lo primero que debes hacer como propietario es visitar a tu veterinario de confianza. Aunque algunas veces podría parecer algo común e indefenso, resulta esencial determinar qué lo causa.
Recuerda que, la detección temprana de las enfermedades resulta muy importante para tratar a tiempo las enfermedades de tu gato. Especialmente, en padecimientos que podrían resultar peligrosos y hasta mortales.
Esto solo es posible si estás informado de cuáles son las patologías felinas más frecuentes y con qué síntomas y signos se presentan.
A continuación, te presentamos todos los detalles:
Enfermedades de la piel en gatos ¡las más comunes!
Las enfermedades de la piel en gatos incluyen problemas causados por alergias, parásitos externos y otros problemas. Estos provocan descamación, picazón, comezón e infección, por lo que es importante tratarlos lo antes posible.
Entre las más comunes destacan:
Alergias cutáneas del gato
Las reacciones alérgicas en un felino pueden ser ocasionadas por el contacto del gato con materiales o sustancias alérgenas. Esta exposición genera que el sistema inmunológico del individuo cree anticuerpos que reaccionan excesivamente y les causa picor. En consecuencia, tu mascota se rasca con frecuencia, desarrollará infecciones cutáneas, perderá el pelo y su piel estará enrojecida e inflamada.
Entre los alérgenos más comunes en el gato están el polen, moho y las partículas de polvo en el ambiente. El felino también puede reaccionar de manera negativa a la picadura de pulga o al estar expuesto a sustancias irritantes como aerosoles o jabones.
Y no olvides estar atento a ciertos tipos de alimentos como las proteínas de origen animal o lácteos.
Infecciones bacterianas en la piel del felino
La infección cutánea felina, generalmente es consecuencia de organismos bacterianos que afectan los mecanismos de defensa en la piel del gato. Esto puede ser generado por múltiples factores como alergias, enfermedades endocrinas, parásitos o afecciones que deprimen el sistema inmunológico. Para tratarlo, el veterinario abordará tanto la infección bacteriana como la patología subyacente en sí.
Una de estas afecciones comunes en los gatos es la foliculitis bacteriana, que es producida por la proliferación del microorganismo staphylococcus pseudintermedius. Una vez que se rompe la barrera cutánea del gato, la bacteria ingresa al torrente sanguíneo y se extiende rápidamente. Esta infección bacteriana afecta el folículo piloso, causando pérdida del pelaje, picazón e irritación.
Infecciones fúngicas cutáneas del gato
Las infecciones fúngicas felinas son producidas por una serie de hongos como el microsporum, malassezia o trichophyton. Esta enfermedad puede ocasionar consecuencias devastadoras en la calidad de vida del gato si no es tratada a tiempo.
Generalmente, las áreas más vulnerables son aquellas partes de la piel tibias y húmedas como la nariz del felino. Las infecciones fúngicas son más frecuentes en individuos con un sistema inmune debilitado.
¿Y qué puede ocasionar esta condición en el organismo del gato? Los factores más comunes son una dieta carente de nutrientes, estrés o uso extensivo de fármacos inmunosupresores o antimicrobianos.
Enfermedades parasitarias cutáneas en gatos
Las enfermedades parasitarias felinas forman parte de las enfermedades más comunes en gatos, y están asociadas a organismos como garrapatas, pulgas y ácaros. Estas afecciones resultan muy molestas para tu mascota, y son una de las principales razones de consulta en la dermatología veterinaria. Su control es muy importante, ya que con frecuencia involucra a gran número de individuos en albergues, criaderos o residencias caninas.
Una de las enfermedades parasitarias en gatos más comunes es la sarna notoédrica, ocasionada por el ácaro notoedres cati. Éste afecta el estrato córneo superficial del paciente, y es sumamente contagioso.
Igualmente, afecta el conducto auditivo externo de los felinos alimentándose de los detritos celulares y cerumen en el oído.
Enfermedades hereditarias de la piel en el gato
Las enfermedades hereditarias de la piel de los gatos, son aquellas patologías genéticas que se transmiten por medio del ADN felino. Entre las más comunes de este grupo destaca la dermatitis atópica en gatos. ¿??
Esta patología presenta patrones clínicos de alopecia simétrica, dermatitis miliar, excoriaciones del cuello y cabeza. Además, por tratarse de enfermedades congénitas requieren un diagnóstico de exclusión, es decir que se determinará tras haberse descartado otras causas.
Su tratamiento consiste en la administración de medicamentos que ayuden a prevenir y controlar la sintomatología. En cuanto al protocolo veterinario actual, este incluye el uso de una terapia combinada que integre inmunoterapia, glucocorticoides, antihistamínicos, ciclosporina y ácidos grasos esenciales.
Enfermedades de los ojos en gatos más frecuentes
Las enfermedades de los ojos en gatos incluyen úlceras corneales, conjuntivitis y enfermedades hereditarias de los ojos. Los síntomas de estas enfermedades pueden incluir enrojecimiento, lagrimeo, visión borrosa, inflamación y dolor.
A continuación, te diremos cuáles son los tipos de enfermedades oftalmológicas felinas más comunes:
Úlceras corneales en felinos
Las úlceras corneales consisten en la pérdida de estroma o epitelio, que puede llegar a comprometer la integridad de la córnea. El origen más común de esta enfermedad es el herpesvirus felino, y puede manifestarse en lesiones de bordes desprendidos o úlceras geográficas. El tratamiento de este padecimiento incluye la administración de antivirales tópicos y sistémicos reforzados con un tratamiento antibiótico.
También, es importante realizar una citología y cultivo corneal para determinar con precisión el tipo de antibiótico y reducir las resistencias al fármaco.
Además, investigaciones recientes sugieren aplicar la técnica del cross-linking para robustecer los enlaces entre las fibras de colágeno.
Conjuntivitis felina
La conjuntivitis felina, consiste en una inflamación de la membrana conjuntiva que recubre el ojo y la zona interna de los párpados. Esta enfermedad es fácil de reconocer, ya que se caracteriza por la irritación, enrojecimiento y lagrimeo constante del ojo. En los casos más graves, las secreciones del ojo se podrían tornar de color amarillento y producir un tipo de costras o lagañas.
Entre las causas de la conjuntivitis felina, destacan las alergias e infecciones que comprometen el sistema respiratorio de tu gato. Si la patología es diagnosticada de forma temprana, un tratamiento adecuado evitará mayores consecuencias o riesgos. Y de acuerdo a las causas, tu veterinario podría optar por una combinación de medicamentos antivirales en gotas y antibióticos.
Atrofia progresiva del ojo del gato
Es una patología hereditaria que produce una degeneración de la retina que es irreversible, afectando severamente la vista del gato. Independientemente de la raza, es necesario que uno de los padres porte el gen de la enfermedad. Sin embargo, es posible que estos no muestran síntomas del padecimiento.
La edad en que aparecen los primeros signos, y la velocidad en que deteriora el ojo depende de la raza. Pero, es común ver individuos enfermos entre los 6 y 8 años que manifiestan disminución de visión nocturna como primera alerta. A partir de allí, es solo cuestión de meses para extender la gravedad y manifestar también pérdida de la visión diurna.
Cataratas congénitas de felinos
Se trata de un padecimiento felino que consiste en el deterioro del cristalino, impidiendo que el gato vea normalmente. Generalmente, los síntomas de esta enfermedad hereditaria inician cuando el paciente felino ya tiene más de 6 años de edad. Sin embargo, algunos individuos muestran opacidad del cristalino cuando están recién nacidos.
Entre las razas con mayor predisposición a la enfermedad están el persa, azul ruso y Birmania. Una vez que las cataratas dañan el cristalino de ambos ojos, el felino estará completamente ciego.
Sin embargo, en la actualidad existe la posibilidad de sustituir el cristalino opaco por uno artificial para que el gato recupere la vista.
Enfermedades de oído en gatos ¡Las 3 patologías más habituales!
Las enfermedades de oído felinas pueden causar dolor, comezón, pérdida de audición y otros problemas. De allí, la importancia de conocer cuáles son los tipos de enfermedades óticas más comunes en gatos:
Otitis externa felina
La otitis externa en gatos consiste en la inflamación de la superficie del conducto auditivo externo, encargado de transportar los sonidos al tímpano. Normalmente, este tipo de enfermedad aparece cuando el oído del felino se mantiene en contacto con la humedad. Y por ello, crea condiciones favorables para que se desarrollen bacterias y hongos.
En otros casos, este tipo de otitis es ocasionada por alergias, inflamaciones, heridas u otros daños en el oído del animal. Entre los síntomas más comunes destaca el dolor de oído, que puede variar en intensidad dependiendo del individuo.
Otitis media felina
Es una afección del oído medio caracterizada por la existencia de exudado o líquido en la cavidad adyacente al tímpano. Este tipo de otitis se genera cuando la estructura se obstruye por diferentes motivos. Y dado que su propósito es drenar el líquido que se acumula en el oído medio, se crean condiciones favorables para la infección.
Se trata de una enfermedad auditiva bastante común, y que puede tener un origen bacteriano, fúngico o viral. Además, si no es tratado adecuadamente la otitis media puede causar la pérdida de audición del gato.
Los signos más frecuentes que puede presentar el paciente felino consisten en fiebre, irritabilidad y malestar general.
Otitis interna felina
La otitis interna felina es una inflamación del oído interno, estructura donde se ubica el laberinto y nervio vestibular del gato. Cuando esta estructura está afectada el paciente se verá altamente incapacitado, ya que alterará su ubicación espacial y equilibrio. En consecuencia, se trata de una patología que influye de manera importante en la calidad de vida de tu mascota.
Los síntomas de la otitis interna se manifiestan a través de vértigos y una sensación de que los objetos se mueven alrededor del paciente. También, es habitual que sienta mareos, vómitos, náuseas y poco control del equilibrio. En casos más avanzados, la inflamación en el oído causará zumbidos unilaterales y pérdida temporal de la audición.
Enfermedades felinas de la boca, ¿Cuáles son las más habituales?
Las enfermedades de la boca en gatos suelen provocar mal aliento, dolor, encías inflamadas e incluso pérdida de piezas dentales.
Entre las enfermedades felinas de la boca destacan las siguientes:
Gingivitis felina (GF)
La gingivitis felina es una enfermedad que consiste en una inflamación en las encías de tu gato. Esta patología se caracteriza por un enrojecimiento de las mucosas, babeo excesivo, dolor al masticar, inapetencia y mal aliento. Además, su naturaleza es multifactorial, ya que se puede deber a infecciones bacterianas, factores físicos, acumulación de placa dental, entre otros.
En cuanto al tratamiento, la gingivitis felina se controla de acuerdo a los motivos que ocasiona la enfermedad. Por ejemplo, si es producida por la acumulación de sarro la estrategia de tu veterinario será aplicar una limpieza dental.
Y no olvides la importancia del uso de antisépticos, un correcto cepillado, snacks dentales y una alimentación que ayude a reducir la placa dental.
Estomatitis felina (EF)
Se le llama estomatitis felina al proceso infeccioso localizado en las mucosas de la cavidad oral, esófago y estómago.
Se trata de un padecimiento crónico que se mantiene a lo largo de la vida del felino a pesar de la administración de medicamentos. Una enfermedad infecciosa producida por el virus calicivirus felino, que de no ser controlada a tiempo la vida del felino podría correr peligro.
Si observamos un incremento en la salivación de tu gato, encías sangrantes o úlceras en la lengua, debes acudir al veterinario de inmediato. También existen pacientes que muestran halitosis, dificultad para comer, disminución abrupta de peso corporal o pérdida de piezas dentales.
Por tratarse de una enfermedad crónica, el especialista enfocará el tratamiento hacia la preservación y mejoramiento de la calidad de vida del felino.
Enfermedad periodontal felina (EPF)
La periodontitis o enfermedad periodontal felina consiste en la inflamación de las zonas que están alrededor de los dientes. Su origen está asociado a la infección producida por el incremento de bacterias en la boca debido a la acumulación de placa dental. Y si este material no se remueve, la afección se extenderá hasta perjudicar la estructura ósea que soporta los dientes.
Esta enfermedad en gatos es bastante frecuente y dolorosa, y si no es tratada adecuadamente la infección puede alcanzar otros órganos. En consecuencia, es necesario que los propietarios de gatos tomen conciencia sobre la importancia de una adecuada higiene bucodental.
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Enfermedades virales en gatos ¡Las 8 que más se presentan!
Entre las enfermedades más comunes en gatos también se incluyen las enfermedades víricas felinas pueden ser muy graves y a menudo letales. Estos problemas de salud pueden provocar síntomas como fiebre, tos, dificultad para respirar, anemia, diarrea, pérdida de peso, vómito y pérdida de audición.
El tratamiento para estas enfermedades suele incluir medicamentos antivirales, suplementos dietéticos, cambios en la dieta y un seguimiento con el veterinario.
Conoce las más frecuentes:
Virus de inmunodeficiencia felina (FIV)
El virus de la inmunodeficiencia felina o FIV es una enfermedad que afecta el sistema inmunológico del gato. Al principio, el paciente no mostrará signos importantes de la patología durante gran parte de su vida. Y a medida que el organismo se debilita, la capacidad del gato de combatir las infecciones se verá gravemente comprometida.
El FIV se contagia por el contacto de un gato infectado con otro, siendo más comunes los casos por apareamiento. Además, puede transmitirse mediante heridas por peleas e incluso de la madre hacia sus crías.
Y si bien la enfermedad no tiene cura, puede ser tratada y el paciente llegará a disfrutar una vida relativamente saludable.
Virus de la leucemia felina (FeLV)
La leucemia felina (FeLV) es una patología crónica que es ocasionada por el retrovirus que afecta a las células del sistema inmunitario. La consecuencia más evidente de este padecimiento es un ataque al organismo felino, dejándolo expuesto a numerosas infecciones y enfermedades. El FeLV prolifera en sitios donde los gatos intercambian saliva como bebederos, comederos e incluso durante el acicalamiento.
Igualmente, esta infección puede ser transmitida por mordeduras o cuando el felino tiene contacto con heces contaminadas. La mejor manera de prevenir la leucemia felina, consiste en reducir el contacto del gato con otros individuos que portan el virus.
Además, la administración de un estricto protocolo de vacunas es necesaria para reducir de forma importante las posibilidades de contagio.
Virus respiratorio felino (FRV)
El virus respiratorio felino o FRV, es una enfermedad producida por los virus herpesvirus felino y el calicivirus felino. Estos producen síntomas en el gato como lagrimeo, excesiva mucosidad nasal, dificultad respiratoria y malestar general. Igualmente, su transmisión depende de que el gato infectado transfiera las partículas infecciosas a través del estornudo o por contacto indirecto.
Los pacientes felinos inician su cuadro viral con síntomas de fiebre, mucosidad nasal, estornudos, lagrimeo, apatía y pérdida del apetito. Y su diagnóstico clínico, se realiza cuando el veterinario observa los síntomas y por medio de la anamnesis. Igualmente, aplicará exámenes de laboratorio en fluidos corporales como sangre, saliva y lágrimas.
Peritonitis Infecciosa Felina (PIF)
Se trata de una patología producida por la mutación del coronavirus felino (FCov), que ataca las células epiteliales digestivas del gato. Este fenómeno es poco común, y la mayoría de los pacientes no desarrollan la enfermedad una vez que contraen el virus.
En la actualidad, no hay maneras específicas para diagnosticar la Peritonitis Infecciosa Felina. Por este motivo, tu veterinario deberá hacer una serie de estudios exhaustivos a nivel físico apoyado con el historial del animal. Igualmente, un análisis de sangre que incluya hematología y bioquímica será de gran utilidad para excluir otras patologías.
Los gatos con PIF tienen un pronóstico reservado, y su tratamiento estará enfocado en controlar los síntomas para mantener estable al animal. También, es recomendable reducir al máximo los niveles de estrés y evitar que tu mascota esté en colonias demasiado numerosas.
Coronavirus Entérico Felino (FECV)
El Coronavirus Entérico Felino invade el tracto digestivo del gato, y ocasiona una gastroenteritis leve que permanece por un tiempo prolongado. Un gran número de felinos son resistentes, y pueden portar el virus sin señales clínicas de la enfermedad. Además, en la mayoría de los casos los gatos podrán superar el FECV de forma espontánea.
Esta inmunidad dura poco tiempo y tras algunas semanas la enfermedad puede retornar, sobre todo si convive con portadores sanos. El tratamiento, consiste en la administración de antiinflamatorios y productos para estimular el apetito del paciente felino. E igualmente, es necesario cuidar las medidas higiénicas para controlar el contagio entre los gatos del grupo.
Calicivirus Felino (FCV)
El Calicivirus Felino o FCV, es una enfermedad muy contagiosa que afecta las vías respiratorias superiores y produce molestias a nivel gastrointestinal. Es especialmente peligrosa en gatos con un sistema inmune debilitado, y él número de casos se incrementa en refugios, albergues y colonias gateras.
Entre los síntomas más comunes destaca la secreción nasal constante, conjuntivitis, decaimiento, fiebre y falta de apetito. Además, si no es controlado a tiempo el paciente felino puede sufrir de infecciones bacterianas secundarias y comprometer aún más su estado.
En cuanto al tratamiento, el veterinario administrará medicamentos para contrarrestar los síntomas y prevenir patógenos asociados. Y muy importante, debes vacunar a tu mascota y seguir estrictamente las medidas de prevención e higiene para evitar contagios.
Herpesvirus Felino (FHV)
Se trata de una patología causada por un virus muy contagioso, que suele afectar el tracto respiratorio superior y los ojos del gato. En consecuencia, un paciente con herpesvirus felino manifiesta dificultad para respirar, tos, conjuntivitis y en algunos casos fiebre.
El contagio se produce cuando un individuo enfermo tiene contacto con otro gato, a través de los fluidos oculares y nasales. Si observas alguno de estos síntomas, lleva a tu felino inmediatamente a tu veterinario especialista. Y éste, se encargará de robustecer el sistema inmune y tratar el malestar con antivirales, antibióticos, una buena nutrición y reposo.
En la actualidad, existe una vacuna para inmunizar al paciente felino contra el herpesvirus felino. Sin embargo, debido a las continuas, es posible que tu gato llegue a contagiarse y reporte síntomas más leves.
Complejo Respiratorio Felino
La enfermedad conocida como complejo respiratorio felino, es producida por múltiples virus que afectan las vías respiratorias del gato. Además, es común en ambientes con elevadas concentraciones de gatos y poca ventilación. Los principales síntomas son dificultad respiratoria, estornudos frecuentes, conjuntivitis, depresión y secreción nasal.
A pesar de tener un pronóstico positivo, en gatitos, ancianos o felinos inmunosuprimidos puede ser muy peligroso. Por esta razón, es altamente recomendable que le coloques a tu mascota la vacuna correspondiente para prevenir la enfermedad. En cuanto al tratamiento, incluye una buena hidratación y alimentación balanceada para evitar el deterioro del gato. Igualmente, es importante administrar fármacos para controlar la secreción nasal y antibióticos para evitar complicaciones por las bacterias secundarias.
Enfermedades respiratorias en gatos
Las enfermedades respiratorias en gatos incluyen infecciones como neumonía, bronquitis, asma, rinotraqueítis felina y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Estas patologías pueden provocar tos, dificultad para respirar, fatiga y otros síntomas.
A continuación, te presentamos los detalles:
Bronquitis de los gatos
La bronquitis felina consiste en una patología respiratoria que afecta los pulmones y bronquios del gato, evitando que oxigene de forma adecuada. Este padecimiento se presenta principalmente en animales adultos, quienes sufren de una broncoconstricción que compromete el funcionamiento de las vías respiratorias. Su diagnóstico, se realiza a través del análisis sanguíneo, auscultación y radiografía de tórax.
Y si bien la causa específica todavía es desconocida, esta enfermedad se asocia con agentes infecciosos, hipersensibilidad, polen y predisposición genética. En casos agudos, el paciente felino necesitará ser trasladado a una clínica veterinaria para ser tratado con corticoides, oxígeno y broncodilatadores.
Cuando retorne a su hogar, será indispensable controlar agentes ambientales como el polvo, aerosoles, humo, olores fuertes, entre otros.
Neumonía felina
Se trata de una patología que afecta los alvéolos pulmonares, produciendo una inflamación que causa malestar al felino. La neumonía en gatos requiere un abordaje oportuno, ya que su tratamiento inadecuado pone en riesgo la vida del animal. Y a pesar de que puede ser contraída por cualquier gato, los individuos más vulnerables son aquellos con el sistema inmunológico debilitado.
La causa más común de neumonía felina es de origen bacteriano. Pero, es posible que sea una consecuencia de un cuerpo extraño que haya aspirado el gato y quede alojado en las vías respiratorias. Y su diagnóstico efectivo, depende de que el veterinario realice una radiografía de tórax o incluso pruebas de imagen más avanzadas, para valorar el estado de los pulmones.
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
Esta enfermedad consiste en una inflamación crónica de los pulmones, causada por una obstrucción en el flujo de aire. Esta condición se caracteriza por la aparición de sibilancias, dificultad para respirar, moco excesivo y tos. Generalmente, la EPOC es consecuencia de una exposición extendida del animal hacía gases o partículas irritantes.
Si bien la enfermedad pulmonar obstructiva crónica no tiene cura, al ser debidamente tratada el gato podrá llevar una vida estable. La idea es que el veterinario especialista, asegure un manejo óptimo de los síntomas para disminuir otras patologías asociadas. Esto será suficiente para mejorar el pronóstico del felino, y ayudar en su bienestar general.
Asma felina
Se trata de una enfermedad respiratoria común en los gatos jóvenes, y que ocasionan gran parte de las consultas veterinarias. El asma felina, se caracteriza por la aparición de episodios de tos crónica y dificultades respiratorias en el gato. Además, se origina mediante la inflamación de los bronquios u otras estructuras pulmonares.
Por otra parte, sus causas están asociadas con la inhalación de sustancias como polen, moho, polvo, aerosoles y químicos irritantes. Para tratar el asma felina tu veterinario se enfocará en controlar la intensidad de los episodios y contrarrestar las causas. Igualmente, es importante la aplicación de medicamentos que ayudan a aliviar la broncoconstricción e inflamación de las vías respiratorias del felino.
Rinotraqueítis felina
La rinotraqueítis felina consiste en una patología de las vías respiratorias altas que se presenta con frecuencia en los gatos. Los más afectados suelen ser los gatitos e individuos con el sistema inmunológico comprometido, como aquellos que padecen leucemia felina. Igualmente, su causa está asociada a los agentes víricos herpesvirus y calicivirus felino que no logran ser controlados por el organismo del gato.
Por otra parte, sus principales síntomas son la sinusitis, estornudos, lagrimeo, apatía, gingivitis, úlceras en las encías y fiebre. Además, la rinotraqueítis felina se diagnostica mediante una detallada anamnesis y la observación de los signos clínicos asociados.
Estos datos deben ser respaldados mediante el examen de los exudados del paciente felino en el laboratorio.
Enfermedades más comunes en gatos causadas por bacterias
Las enfermedades en gatos por bacterias incluyen infecciones de la vejiga, infecciones de las vías respiratorias, infecciones de las orejas y enfermedades transmitidas por alimentos.
Entre las patologías bacterianas felinas más comunes tenemos:
Tuberculosis felina
Se trata de una enfermedad felina producida por el mycobacterium bovis, que afecta a los pulmones. Esta bacteria se contagia mediante pequeñas gotitas de saliva esparcidas en el ambiente cuando el animal tose o estornuda. En el caso de los gatos, suele aparecer más frecuentemente mediante ganglios linfáticos inflamados y heridas en la piel.
Sin embargo, independientemente del lugar de la lesión la tuberculosis trasciende a una infección sistémica que compromete la vida del paciente felino.
Los signos clínicos más evidentes son la pérdida de peso, estornudos, dificultad respiratoria y tos. Pero dado que estos síntomas son comunes en otras patologías, es indispensable que el veterinario realice los exámenes necesarios para confirmar.
Clamidiasis felina
La clamidiosis felina consiste en una infección ocular producida por una bacteria conocida como chlamydophila felis. Esta patología afecta a un gran número de felinos alrededor del mundo y se caracteriza por una conjuntivitis de intensidad reducida y perseverante. Además, el paciente puede manifestar secreción nasal, estornudos y en casos más graves infección en los pulmones.
El veterinario especialista considerará la presencia de clamidiosis felina si la conjuntivitis se mantiene de forma predominante. Y tendrá en cuenta si el animal forma parte de un numeroso grupo de felinos, como es el caso de los refugios o criaderos de gatos.
El tratamiento consistirá en la administración de antibióticos en los ojos y por tiempo prolongado.
Salmonelosis felina
La salmonelosis felina consiste en una toxiinfección alimentaria donde participan numerosas bacterias del grupo enterobacteriaceae que predominan en el tracto intestinal. La detección temprana de esta enfermedad es muy importante, dado que pone en riesgo la vida del animal y por el potencial zoonótico. Las principales fuentes de transmisión, se presentan cuando los animales consumen carnes de cerdo, aves de corral o ganado vacuno contaminado.
Para prevenir la salmonelosis felina es importante asegurar condiciones sanitarias adecuadas y garantizar la calidad de los alimentos. Entre los signos más habituales de esta enfermedad está la diarrea sanguinolenta, fiebre, vómitos, disminución de peso corporal y deshidratación. Y finalmente, el diagnóstico estará enfocado en la exploración física del gato, una adecuada anamnesis, el cultivo PCR y la citología fecal.
Infección urinaria felina
Es una enfermedad que afecta las vías urinarias inferiores del gato, y que produce una inflamación de la vejiga o cistitis. Entre las causas de este padecimiento felino se incluyen infecciones bacterianas, formación de cristales, estrés y cálculos en vejiga. Generalmente, el paciente no expresa malestar hasta que está muy extendido.
Y una vez avanzada la enfermedad el felino sufre de dolor abdominal, dificultad al orinar y sangre en la orina. Por otra parte, el diagnóstico se determina observando los síntomas clínicos y analizando la orina para descartar cristales, bacterias o células sanguíneas, así como pruebas de imagen para descartar la presencia de cálculos urinarios que puedan derivar en una obstrucción
El tratamiento requiere la aplicación extendida de antibióticos si la causa es bacteriana y mantener al paciente alejado de estímulos estresantes.
Gastroenteritis felina
La gastroenteritis en gatos es una patología que inflama el intestino y estómago del animal causando desequilibrio digestivo, diarrea y vómitos. El felino enfermo dejará de comer con la misma frecuencia y manifestará molestos dolores abdominales. Generalmente, los gatos con una buena nutrición resisten esta enfermedad y los más vulnerables son aquellos con un sistema inmunitario frágil.
En cuanto a las causas de la gastroenteritis felina, sobresalen las comidas en mal estado, envenenamientos y productos tóxicos para el gato. Se trata de una enfermedad que generalmente no representa peligros para el gato, y puede ser superada sin dificultades. Pero, es importante que el paciente durante las horas críticas se mantenga hidratado, conserve un aseo adecuado y evite las comidas pesadas.
Enfermedades renales en gatos
Las enfermedades renales en gatos incluyen enfermedades hereditarias, enfermedades infecciosas y enfermedades crónicas. Estas enfermedades pueden provocar anemia, vómitos, diarrea, letargo y otros síntomas.
Entre los tipos de enfermedades renales felinas tenemos:
Insuficiencia renal crónica (IRC)
La insuficiencia renal crónica o IRC la padecen los gatos cuando sus riñones reciben un daño irreversible a lo largo del tiempo. Esto les limita su capacidad para filtrar y desechar las toxinas en la sangre. Además, esta enfermedad felina suelen sufrirla con mayor frecuencia los felinos adultos y de edad avanzada.
De hecho, forma parte de las enfermedades más comunes en gatos, ya que esta patología tiene una incidencia superior al 30% en felinos con más de diez años de edad, cuya media de diagnóstico se centra en gatos de 13 años aproximadamente, según datos ofrecidos por la fundación Virbac.
Esta condición produce depresión, falta de apetito, letargia, disminución del peso corporal, deshidratación, halitosis, vómitos, debilidad, úlceras en las encías, entre otros. Igualmente, para ser diagnosticado el veterinario deberá hacer análisis de sangre y orina a fin de valorar los niveles de urea y creatinina.
Ciertamente, se trata de una enfermedad que deteriora de forma progresiva el organismo del paciente. Sin embargo, con los cuidados adecuados el paciente felino gozará de buena calidad de vida al ralentizar su progreso.
Nefritis intersticial felina (NIF)
La nefritis intersticial o NIF, es una enfermedad de los riñones que produce una inflamación en las adyacencias de los túbulos renales. Esto compromete su capacidad de filtrar las toxinas, e influye en el volumen de orina que genera el organismo. Algunos síntomas de la enfermedad son náuseas, vómitos, presión arterial elevada, fiebre, sarpullido, entre otros.
Por otra parte, la NIF puede ser causada por reacciones a fármacos, infecciones mal controladas, uso excesivo de analgésicos, antiinflamatorios o diuréticos. Los especialistas han determinado que la nefritis intersticial puede ser originada por padecimientos subyacentes.
Su tratamiento dependerá de que el veterinario determine el origen de la enfermedad y establezca una estrategia para controlarla.
Enfermedad renal poliquística (PKD)
La enfermedad poliquística renal o PKD, es una enfermedad hereditaria que consiste en la formación de quistes en el interior de los riñones. Estas estructuras ya vienen con los gatos enfermos desde el nacimiento, pero su tamaño se incrementan gradualmente hasta que deteriora el tejido renal. Además, entre las razas que más padecen la enfermedad renal poliquística destacan el exótico de pelo corto y persa.
Desafortunadamente, en la actualidad no hay tratamientos para curar el fallo renal de un felino con PKD. Ya que estos quistes no se pueden extirpar, e impedir su crecimiento no es una alternativa viable. Por ello, el veterinario se enfocará en crear condiciones que mejoren la calidad de vida del gato enfermo.
Si tienes alguna duda o necesitas asesoría sobre las enfermedades renales en gatos, puedes llamar a nuestra clínica veterinaria en Valencia al 962-067-039. Allí te atenderá un equipo de especialistas con el propósito de que tu amigo felino gato y tú estén más tranquilos. Recuerda que estas patologías pueden ser controladas, y con el tratamiento correcto disfrutarán de una salud estable.
Enfermedades hepáticas en gatos
Las enfermedades hepáticas felinas hacen referencia a un grupo de padecimientos que afectan el funcionamiento adecuado del hígado. Este órgano es vital para tu gato, ya que permite el desarrollo de múltiples procesos orgánicos. Entre ellos destaca la digestión, biosíntesis, metabolismo energético, eliminación de desechos y la regulación del sistema inmune.
Entre los tipos de enfermedades más comunes en gatos a nivel hepático tenemos:
Colangiohepatitis neutrofílica
La colangiohepatitis neutrofílica en gatos se trata de una infección bacteriana que produce una inflamación del hígado. Esto frecuentemente aparece como consecuencia de patologías asociadas al intestino delgado o el páncreas. El diagnóstico de la enfermedad, consiste en la exploración del tejido afectado mediante una biopsia para buscar indicios de inflamación.
Por otra parte, el especialista realizará un cultivo en el laboratorio para determinar el tipo de bacteria y los antibióticos más efectivos. Y administrando los medicamentos adecuados de forma oportuna, el pronóstico del paciente felino será positivo. Aunque a partir de la recuperación, será necesario llevar a tu mascota a la consulta veterinaria de forma permanente para evitar recaídas.
Colangitis linfocítica felina
Se trata de una inflamación localizada en los alrededores de los conductos biliares en el interior del hígado felino. Las posibles causas de esta enfermedad todavía se desconocen, pero está asociada al funcionamiento irregular del sistema inmune. El diagnóstico de la colangitis linfocítica consiste en una biopsia del tejido enfermo, y será necesario descartar posibles infecciones bacterianas.
En cuanto a la estrategia para tratar este padecimiento felino, el veterinario indicará principalmente antiinflamatorios esteroideos. Y el pronóstico dependerá de qué tan comprometido esté el tejido hepático y la severidad de las lesiones. Esta patología es muy persistente, y en la mayoría de los casos el paciente necesita tratamiento preventivo toda su vida para evitar recaídas.
Lipidosis hepática felina
En el caso de la lipidosis hepática felina, el hígado del paciente sufre una infiltración grasa que ocasiona lesiones que comprometen sus funciones. Esto inicia cuando el felino deja de recibir nutrientes a través de la alimentación. Y se provoca una variación en el metabolismo, permitiendo que la grasa sea liberada hacia el torrente sanguíneo.
¿Y cuáles son los individuos con mayor riesgo de sufrir lipidosis hepática felina? Pues aquellos felinos que tienen sobrepeso, y que por diversos motivos dejan de comer. Por otra parte, si la alimentación no es restablecida con normalidad a tiempo los riesgos de morir serán elevados.
Enfermedades digestivas en gatos
Las enfermedades digestivas en gatos incluyen infecciones bacterianas, infecciones parasitarias, enfermedades hereditarias y enfermedades inflamatorias intestinales. Estas enfermedades pueden provocar diarrea crónica, vómitos, pérdida de peso y otros síntomas.
Entre las enfermedades más comunes en gatos a nivel digestivo tenemos:
Enfermedad inflamatoria intestinal felina
La enfermedad inflamatoria intestinal felina o IBD, es una afección gastrointestinal bastante habitual en los gatos. En cuanto a los síntomas resalta el dolor abdominal, diarrea, vómitos y disminución del peso corporal del paciente. Además, la IBD aparece cuando el tejido del colón e intestino delgado es infiltrado por numerosas células inflamatorias.
Está demostrado que no hay una predisposición relacionada con la edad o sexo, para que el felino padezca la enfermedad inflamatoria intestinal. Y su diagnóstico incluye una evaluación general con análisis de sangre para valorar el estado del hígado y riñones. E igualmente, es necesario complementar con estudios por imágenes como la ecografía abdominal y una biopsia del tejido afectado.
Gastritis felina (GF)
La gastritis felina, es una enfermedad cauterizada por la inflamación de la mucosa gástrica del gato. Este cuadro genera síntomas como dolores localizados, vómitos, debilidad e incluso sangre en las heces. Igualmente, se puede presentar como aguda o crónica y es común en pacientes felinos de todas las edades.
Si bien las razones que originan la gastritis felina pueden ser muchas, la mayoría de los pacientes presentan malos hábitos alimenticios. Por ejemplo, estar expuestos a nutrientes en mal estado, ingesta de bolas de pelo o heces de otros individuos. También, la GF puede ser originada como síntoma de una enfermedad secundaria como fallos renales, infecciones o alergias.
Enteritis infecciosa felina (EIF) o panleucopenia felina
La Panleucopenia felina es una enfermedad relacionada con un parvovirus muy resistente a múltiples entornos. Su contagio se debe al contacto directo del gato con excrementos de un felino previamente infectado. También, puede ser producto de infecciones indirectas por objetos o ambientes contaminados como juguetes, cuencos, rascadores o incluso camas de gatos infectados.
Esta enfermedad produce molestias digestivas como diarrea, vómitos, fiebre, inapetencia, debilidad y apatía. Y si no es contrarrestado a tiempo, el paciente sufrirá deshidratación, anemia y una disminución en el conteo de glóbulos blancos. Finalmente, los gatos pequeños sin vacunar son los más vulnerables y contraen el virus podrían morir rápidamente.
Enfermedades felinas producidas por protozoos
Entre las enfermedades más comunes en gatos también figuran la categoría de enfermedades producidas por protozoos, que incluyen la toxoplasmosis felina, la giardiasis felina y la coccidiosis felina. Estas patologías pueden provocar diarrea, vómitos, fatiga y otros síntomas.
Entre los tipos de enfermedades felinas producidas por protozoos más comunes tenemos:
Toxoplasmosis felina
Se trata de una patología ocasionada por un parásito conocido como toxoplasma gondil, que forma parte del grupo de los coccidios. Esta familia es responsable de la formación de quistes, y tiene la particularidad de que pueden ser transferidas al ser humano. Además, el pronóstico depende de qué tan graves sean los signos clínicos y la fase en que se ubique el parásito.
En la fase entero-epitelial, los síntomas del felino enfermo de toxoplasmosis felina son diarrea y vómitos. Pero, una vez que el microorganismo llega a la fase extraintestinal se produce una necrosis celular que compromete la vida del gato. Y por ello sufrirá afecciones graves como disnea, anorexia, fiebre, convulsiones, retinocoroiditis, ataxia, dolor muscular, distrés respiratorio, entre otras.
Giardiasis felina
La giardiasis felina es una patología que ataca las mucosas del intestino delgado y que debe ser atendida de forma temprana. Esto se debe a que complica el funcionamiento del intestino grueso y causa infecciones que ponen en riesgo la vida del gato. La enfermedad es ocasionada por un parásito conocido como giardia, que se aloja dentro del intestino y genera una infección digestiva.
Posteriormente, desciende y se adhiere a las paredes del órgano durante mucho tiempo hasta deformarlo. El ambiente más propicio para que un gato contraiga la giardiasis felina, son aquellos espacios húmedos y poco higiénicos. Y si sospechas de que tu mascota está contaminada con esta enfermedad, es importante que le realices una evaluación médica urgentemente.
Coccidiosis felina
La coccidiosis felina es una enfermedad causada por un parásito denominados coccidios, cuando se hospedan en el estómago del gato. En ocasiones no ocasionan síntomas, sin embargo, existen pacientes que presentan cuadros clínicos de mayor gravedad. Estos coccidios son protozoos que prefieren adherirse en las paredes del intestino delgado, y son más prósperos en condiciones de higiene deficientes.
En consecuencia, es común encontrar numerosos individuos infectados en instalaciones con numerosos gatos en condiciones de estrés, malnutridos o deteriorados por otras enfermedades. Una vez que atacan el sistema digestivo, los signos de alerta se presentan a nivel gastrointestinal. Por ejemplo disminución del apetito, diarreas, apatía, pérdida del peso corporal y dolor abdominal.
Enfermedades más comunes en gatos causadas por parásitos
Las enfermedades producidas por parásitos también se constituyen dentro de las enfermedades más comunes en gatos incluyen un conjunto de padecimientos que pueden provocar picazón, enrojecimiento, descamación y otros síntomas. Entre los tipos de enfermedades felinas por parásitos tenemos:
Pulicosis felina
Se trata de una enfermedad ocasionada por la infestación de ectoparásitos hematófagos, conocidos comúnmente como pulgas y que atacan a los gatos. La pulicosis felina, se caracteriza por generar irritación y comezón en el paciente y con frecuencia desencadena dermatitis y lesiones más graves. Por otra parte, las pulgas son animales que actúan como vectores para que otros microorganismos infecciosos y parásitos prosperen.
Los síntomas de la pulicosis felina pueden ser numerosos y variar de acuerdo al individuo. Y en algunos casos, se han visto infestaciones importantes que ni siquiera tienen signos clínicos. Sin embargo, las picaduras pueden ocasionar dolor intenso, inflamación de la piel, eritema e incluso pérdida del pelaje.
Leishmaniasis felina
La leishmaniasis felina forman parte de las enfermedades más comunes en gatos ocasionada por la infección de un parásito en el organismo del animal. En consecuencia, el sistema inmune del paciente intenta defenderse y ocasiona una reacción desmedida que aumenta la gravedad del cuadro clínico. Además, dependiendo de las condiciones ambientales en que se encuentre el gato la leishmaniasis felina alternará su intensidad.
Los felinos con mayor posibilidad de contraer la enfermedad, son aquellos que poseen un sistema inmune más comprometido. Este es el caso de los gatos con leucemia felina, tratados con medicamentos inmunosupresores y con neoplasias. Actualmente no existe un tratamiento efectivo para combatir la enfermedad, pero al tratar los síntomas el paciente puede tener una buena calidad de vida.
Enfermedades crónicas más frecuentes en gatos
Luego de este recorrido por las enfermedades más comunes en gatos, ha llegado el momento de hablar sobre aquellas patologías que de no tratarse a tiempo, podrían acabar con la vida del animal. Patologías que acompañarán a tu felino a lo largo de su vida, pero que de ser detectadas a tiempo y en compañía de un profesional, podrían garantizar calidad de vida y bienestar para tu mascota.
Hoy hablaremos de las más comunes: Hipotirioidismo, diabetes y ´´cáncer en gatos:
Hipotiroidismo en gatos
Es una enfermedad que afecta a los felinos, disminuyendo la producción normal de hormonas tiroideas. Esta alteración en el organismo del animal representa un gran riesgo para su salud, y de no ser tratada puede resultar fatal. Los principales síntomas son obesidad e incremento de peso, pero en algunos casos el animal mostrará letargo, afecciones dermatológicas, infertilidad, entre otros.
Para diagnosticar el hipotiroidismo felino, tu veterinario evaluará los niveles de hormonas tiroideas en sangre, colesterol y creatinina-fosfoquinasa (CPK). Y el tratamiento, consistirá en la administración de hormonas sintéticas de por vida con un pronóstico muy positivo. Esto ayudará a que el paciente felino vuelva a su rutina con normalidad, y disfrute de una buena calidad de vida.
Diabetes felina
La diabetes felina o diabetes mellitus, se produce cuando el organismo del gato tiene problemas para regular los niveles de glucosa en sangre. Esta enfermedad puede ocasionar en el animal debilidad, dolor, lesiones en los nervios e incluso la muerte. Además, los felinos con mayores posibilidades de manifestar este padecimiento son los machos mayores de 7 años y con sobrepeso.
Para diagnosticar la diabetes mellitus tu veterinario necesitará el historial médico, pruebas de laboratorio y una evaluación clínica detallada. ¿Y cuáles son las señales de alerta? Las más comunes son pérdida de peso, letargo, orina pegajosa, micción más frecuente, mayor consumo de agua y alimentos. Y finalmente, el tratamiento consistirá en administrar una terapia de insulina y garantizar un peso saludable mediante una dieta especial.
Cáncer en gatos
Esta enfermedad consiste en un crecimiento celular anómalo y descontrolado, que deteriora los tejidos corporales del gato. El cáncer felino puede ser benigno, ya que no se extiende a otros órganos, o maligno por su capacidad de diseminarse. Y aunque esta enfermedad puede afectar cualquier parte del cuerpo, el origen de las células cancerígenas es muy variado.
Los síntomas más comunes son la aparición de bultos, sangrados inusuales, heridas que no cicatrizan, ictericia, halitosis permanente, pérdida de peso, entre otros. En todo caso, lo mejor es prevenir la enfermedad estando alerta de cualquier signo anormal o conducta en tu amigo felino. También, es clave garantizar una alimentación adecuada que contenga los nutrientes esenciales.
¡Enhorabuena! Ya conoces las principales características de las enfermedades más comunes en gatos. Si observas en tu mascota algunos de los síntomas explicados en el post, no te desesperes y comunícate con nuestros veterinarios especialistas. Y en breves momentos, recibirás la ayuda que necesitas para garantizar la salud de tu amado amigo felino.
F.A.Q. Preguntas frecuentes sobre las enfermedades más comunes en gatos
Seguidamente, compartimos las respuestas más solicitadas en Internet sobre enfermedades más comunes en Gatos:
Entre los síntomas más característicos de la panleucopenia felina, destaca la deshidratación, diarrea, vómitos, fiebre, inapetencia, debilidad y apatía. Igualmente, el veterinario deberá tomar muestras sanguíneas y de heces a fin de determinar si el gato efectivamente tiene el virus.
Presta atención a posibles cambios en su apetito, ya que un gato normal mantiene de forma regular la ingesta de sus alimentos. Además, deberás observar el momento de hacer sus necesidades para verificar si tiene diarrea o dolor en el proceso. Otros síntomas son variaciones abruptas del peso, fiebre, vómitos, mal aspecto del pelaje, entre otros.
Lo más importante es que ante una señal de alarma, lo lleves inmediatamente al veterinario especialista para que le haga un chequeo médico. Recuerda que el diagnóstico precoz, es de vital importancia para contrarrestar cualquier enfermedad felina.
Entre las patologías cutáneas más comunes en gatos destacan las alergias, infecciones bacterianas, fúngicas y parasitarias de la piel. También, puede sufrir alguna enfermedad congénita como la dermatitis atópica que presenta alopecia y excoriaciones en la cabeza.
En el caso de los parásitos externos como ácaros, pulgas o garrapatas, notarás que tu gato se rasca o muerde la piel frecuentemente. También, en el caso de que se acumulen en el oído es posible que el animal sacude la cabeza por las molestias.
Por otra parte, los parásitos internos producen síntomas como heces con sangre, vómitos, tos y mucosidad. En todo caso, la última palabra la tendrá el veterinario mediante el estudio de muestras sanguíneas y de las heces del gato.
Entre las enfermedades en los ojos más recurrentes en gatos están las úlceras corneales, conjuntivitis felina y la atrofia progresiva. Por otra parte, existen padecimientos hereditarios como las cataratas congénitas felinas que afectan el cristalino y reducen la visión del gato.
La leucemia felina es una enfermedad que deteriora el sistema inmunitario del gato. Los síntomas son variados e incluyen fiebre, disminución del apetito, letargia y caída del peso corporal. Igualmente, el gato puede sufrir anemia, deterioro del pelaje y padecimientos respiratorios.
Y finalmente, el especialista veterinario podrá descartar o confirmar la sospecha mediante una prueba ELISA en la clínica.
Entre las enfermedades respiratorias más frecuentes en gatos están la bronquitis, asma y neumonía felina. Igualmente, en gatos con el sistema inmune debilitado es común encontrar pacientes con rinotraqueítis felina. Y finalmente, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica aparece en individuos que han sido expuestos a gases o partículas que irritan sus pulmones.
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